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Salud ósea: El calcio es esencial para la formación y fortaleza de los huesos, mientras que el magnesio contribuye a la absorción y metabolismo adecuados del calcio. El zinc también desempeña un papel en la mineralización ósea.
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Función muscular: Tanto el calcio como el magnesio son necesarios para la contracción y relajación muscular adecuadas. Una proporción equilibrada de ambos minerales puede ayudar a mantener la función muscular óptima.
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Sistema nervioso: El calcio es esencial para la transmisión de señales nerviosas, mientras que el magnesio ayuda a regular la actividad nerviosa. La combinación de estos minerales puede favorecer un sistema nervioso saludable.
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Metabolismo y energía: El magnesio participa en la activación de enzimas relacionadas con el metabolismo de energía. El zinc también desempeña un papel en el metabolismo y puede contribuir a la producción de energía celular.
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Salud cardiovascular: El calcio es necesario para la contracción del músculo cardíaco, mientras que el magnesio puede ayudar a mantener el ritmo cardíaco regular. El zinc puede tener efectos beneficiosos en la salud vascular.
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Apoyo inmunológico: El zinc es esencial para el funcionamiento normal del sistema inmunológico, y la combinación de estos tres minerales puede respaldar la respuesta inmunitaria.
